mientras la niña luna se recogía en casa, el niño sol salía para trabajar...
mientras la niña luna cada vez trasnochaba más y más, el niño sol siempre estaba dispuesto a despertarse temprano cuando tenía algo importante que hacer...mientras la niña luna dormía de día, el niño sol lo hacía de noche
sólo coincidían unos minutos donde la niña luna sonreía atentamente, aunque con carita cansada, al niño sol para que este prosiguiera con su destino
sólo se veían unos minutos
y sólo hay que imaginar lo distintos que eran
pero no cabe duda, que había una gran complicidad entre la niña luna y el niño sol...
4 comentarios:
es una HISTORIA MUY BONITA...
Realmente creo que la musa no se te fue nunca,
simplemente la has eclipsado.
ooohhhh acias:)
la que tu nos das con tus experiencias vividas.
Publicar un comentario