22 marzo 2007

Cuentos para adultos
La Puerta del Sol

Enma como todos los días en su aburrida vida cotidiana pasaba las horas delante de la pantalla, imaginando la vida, haciendo tiempo hasta que llegara la hora de..., o simplemente... pasando el rato. Ese día era una tarde cualquiera, una tarde como las de siempre en las que Enma prepara su achicoria, pone una lavadora y se sitúa en frente del ordenador hasta que llegue la hora de tender la ropa... Ese día no tenía ningún e-mail ni siquiera de esos de reenviar que tanto odiaba, así que se puso a investigar en la web, parece que las páginas conducían unas a las otras hasta que llego a Ella, la página que le llevo a conocer a Tiwanaku Enma quedó maravillada y hechizada por la fotografía y por los misterios que mostraba, pero sobre todo por los que encerraba, el texto, el cual releía una y otra vez. Ese fue el comienzo de varios meses de investigaciones, de búsqueda de bibliografía, de horas interminables de estudio hasta que Enma se convirtió unas de las personas que más información había recopilado sobre el tema...
Durante sus meses de ratón de biblioteca, Enma no salió, no hizo cenas, no fue al cine, no gastó prácticamente dinero y su poco ocio quedo convertido en nada, por que su obsesión acabó transformada en el deseo central de su vida alrededor del cual giraba todo. Así, que durante esos meses Enma ahorró el dinero suficiente como para que el último mes de su vida como ratón constase de una planificación pormenorizada de un viaje con destino ya conocido.
Su aventura aunque estuviese perfectamente planeada fue bastante dura, robos, perdidas, algunos días sin comer y otras penurias más que no merecen la pena recordar, y que tomaron su fin cuando Enma se enfrentó a su objeto amado. Allí estaba ella tras casi un año de persecución, el 21 de septiembre, frente a él. Por mucho que su imaginación era poderosa no podía nunca llegar a dibujar tremenda maravilla.
Los rayos de sol comenzaron a traspasar la puerta y los verdes ojos de Enma se iluminaron de un color tan puro que casi no parecía humano... había pasado el sol

6 comentarios:

la chik sin nick dijo...

a pesar de los problemas técnicos que tenía con la página y que me ha llevado a terminar el post más tarde de lo que imaginaba, aquí está dedicado a los soñadores y sobre todo a mi viajero de la red ;p

Anónimo dijo...

me suena...
aunque ahora es aún más bonita.

Anónimo dijo...

perdon por mi ignorancia, pero entonces, emma, es un raton? y le queda solo un mes de vida?.

Anónimo dijo...

Para compensar esa ignorancia; según RAE:
metáfora.

(Del lat. metaphŏra, y este del gr. μεταφορά, traslación).


1. f. Ret. Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita; p. ej., Las perlas del rocío. La primavera de la vida. Refrenar las pasiones.

2. f. Aplicación de una palabra o de una expresión a un objeto o a un concepto, al cual no denota literalmente, con el fin de sugerir una comparación (con otro objeto o concepto) y facilitar su comprensión; p. ej., el átomo es un sistema solar en miniatura.

77arcos dijo...

Hermoso relato Chik Sin Nick! Por momentos me sentí al lado de Emma, frente a su pantalla. Pero sin la "puerta del sol". Luego ella se iba y yo esperaba... no lo sé, más intuyo que quizás estén golpeando a mi puerta.

PD/ Aquí achicoria es una verdura similar a la lechuga. ¿Allá que es?

Besos

Jake dijo...

VINE BUSCANDO EL PARAISO Y ME MATÓ ESTA FOTO!
ESTA BUENISIMA!!!!!

SALUDOS